lunes, febrero 14, 2005

Matando al perro, se acabó la rabia: Un hombre ve un cortejo fúnebre muy inusual. Un largo ataúd negro seguido por otro a 50 pasos. Detrás iba un hombre solitario con un perro pitbull. A continuación, caminaban unos 200 hombres en una sola fila. El hombre no pudo aguantar la curiosidad, se aproximó al dueño del perro y le dijo: "Sé que este es un mal momento para molestarle, pero ¿de quien es el funeral?". El hombre respondió "en el primer ata´´ud esta mi mujer". "¿Que le pasó?". "Mi perro la atacó y la mató". "Que pena... ¿y quien esta en el segundo ataúd?". "Mi suegra, intento defender a mi esposa, el perro se volvió hacia ella y tambien la mató". Un momento de solemne silencio ocurrió entre los dos hombres: -Que pena, señor, pero... ¿puedo pedirle prestado al perro?. - Pongase a la fila...

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