En este blog voy a ir introduciendo todo aquello que me parezca relevante tanto personal como no. Espero que os guste.
lunes, febrero 14, 2005
Una verdad como un puño:
Un día, un carpintero estaba cortando una rama de un árbol debajo de un río
y su hacha se le cayó al agua.
El infeliz carpintero le rogó a Dios, y Dios se le apareció preguntándole:
-- ¿Por qué estás llorando?
El carpintero le respondió que su hacha se le había caído al río.
Entonces, Dios se metió a la corriente y sacó una hacha de oro. Luego le
preguntó:
-- ¿Es esta tu hacha?
El noble carpintero respondió negativamente.
Dios entró de nuevo al río sacando una hacha de plata.
-- Y ésta, ¿es la tuya?
De nuevo el carpintero negó.
Dios volvió al río y sacó una hacha de madera, y repitió la pregunta:
-- ¿Es esta tu hacha?
El carpintero, lleno de contento, le responde:
-- ¡Sí!
Dios estaba tan contento con la sinceridad del carpintero que le dejo las
tres hachas y mandó al carpintero a su casa.
Un día en el campo paseaban el carpintero y su esposa. Ésta tropezó y cayó
al río. El infeliz carpintero rogó a Dios, que se le apareció y le
preguntó:
-- ¿Por qué estas llorando?
El carpintero le contó el accidente, luego de lo cual Dios se metió al río
y sacó a Jennifer López y pregunta:
-- ¿Es esta tu esposa?
-- ¡Sí, sí! --contestó el carpintero.
Dios se enfureció:
-- ¡¡¡Eres un mentiroso!!!, ¡¡¡un rufián!!!
El carpintero contestó:
-- Dios, perdóname. Ha sido un malentendido, porque si te hubiera dicho que
no es Jennifer López, después hubieras sacado a Catherine Zeta-Jones;
luego, si digo que tampoco es ella, sacarías a mi esposa y yo tendría que
decir que sí es ella, y entonces tú me dejarías con las tres. Dios,
compréndeme, soy un humilde carpintero y no podría mantenerlas a las tres.
Sólo por eso dije sí la primera vez.
Moraleja: los hombres sólo mienten por causas honorables y siempre con las
mejores intenciones.
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